Saltar al contenido

Calaveras y continuidad empresarial

En el marco de la celebración del Día de Muertos, una festividad que nos invita a reflexionar sobre la efímera naturaleza de la vida y el legado que dejamos, es pertinente abordar un tema que, aunque no lo parezca, guarda estrecha relación con esta tradición: la sucesión en las empresas.

Recientemente, el director general de Estadísticas Económicas del INEGI, Arturo Blancas, presentó resultados alarmantes: para los primeros cinco años, el 70% de los negocios en México muere y a los 20 años, sólo sobrevive el 11 por ciento. Estas cifras nos muestran la cruda realidad de la vida empresarial en nuestro país y la importancia de estar preparados para enfrentar cualquier eventualidad.

Al igual que honramos y recordamos a nuestros seres queridos que ya no están con nosotros, es esencial considerar la continuidad y el futuro de nuestras empresas. La estrategia de sucesión no es solo una práctica empresarial, es un legado, una ofrenda para el futuro.

Para los primeros cinco años, el 70% de los negocios en México muere y a los 20 años, sólo sobrevive el 11 por ciento.

Imaginemos una empresa como una familia. Al igual que en nuestras vidas, las empresas también enfrentan el hecho de que, en cualquier momento, las personas clave pueden no estar más con nosotros. Este vacío puede ser devastador, tanto en lo personal como en el contexto empresarial. Por eso, la estrategia de sucesión se vuelve esencial, y hay dos aspectos fundamentales a considerar:

Preparación de la Empresa


Para que una empresa pueda sobrevivir y prosperar, debe estar preparada para enfrentar cualquier eventualidad. Esto significa tener procesos, sistemas y mecanismos de administración estandarizados, listos para su entrega de ser necesario. Una empresa debe ser capaz de funcionar sin problemas, incluso en ausencia de una figura central.


Preparación de los Posibles Sucesores


Al igual que las futuras generaciones de una familia deben aprender a hacerse cargo de los temas familiares como la casa, pertenencias, etc, los posibles sucesores en una empresa también deben estar preparados. Esto va más allá de simplemente ocupar un puesto y operar la empresa; implica inculcar en ellos el concepto de la ‘dueñez’. Esto significa que deben sentirse responsables y comprometidos con el futuro de la empresa, comprendiendo su visión, valores y metas.

Al igual que las futuras generaciones de una familia deben aprender a hacerse cargo de los temas familiares como la casa, pertenencias, etc, los posibles sucesores en una empresa también deben estar preparados.


Y para concluir, les dejo con una calavera que refleja la importancia de la planificación:

La Muerte llegó a la empresa,
con su guadaña afilada y tiesa.
Buscando a Juan, que no planeó,
su empresa en riesgo, la sucesión olvidó.

«Vengo por ti», dijo la flaca con sazón,
«tu empresa caerá, por falta de visión».
Juan se asustó y quiso correr,
pero la Muerte dijo: «Ya no hay qué hacer».

Los hijos y hermanos, en confusión quedaron,
sin saber del negocio, todo lo complicaron.
Así que amigos, tomen el aviso,
o la Muerte vendrá, sin previo aviso.

El Economista. (2015). Sólo 11 de cada 100 nuevos negocios sobreviven en México.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *